«Ya no tenemos que andarla buscado de un lugar a otro»

María Lucía Cisneros vive en la comunidad El Portillo junto con su familia.

«Me atrae mucho porque, gracias a Dios, ya vamos a poder tener el agua permanente. Ya no vamos a tener que andar de un lado a otro para poder obtenerla, porque en verdad es algo que sí lo necesitamos en la comunidad»

«A veces me toca viajar al pozo, dejando los quehaceres de la casa. Los niños tienen que ir a bañarse allá para poder ir a la escuela. A veces uno deja de hacer lo que tiene que hacer en la casa por viajar a lavar al pozo o a traer agua.»

La calidad del agua disponible tampoco es óptima, lo que expone a las familias a problemas de salud.

«Además, a veces no tenemos agua para tomar. Siente uno que se enferma, le puede dar dolores de cabeza, gripe, por falta de agua.»

Tras la participación en el proyecto...

«Ha cambiado con las mejoras que hoy ya contamos con el agua todos los días, y que ya no tenemos que andarla buscado de un lugar a otro; y que, ya los niños no tienen que ir al pozo a bañarse para asistir a la escuela, ya tenemos el agua todos los días para lavar la ropa sucia, tener limpio todo (refiriéndose al hogar y las tareas domésticas) antes no lo hacías por carecer de agua en el hogar.»

«Sí, se ve el cambio, antes para poder hacer los alimentos en el centro escolar, la maestra tenía que estar llenando recipientes y ahora se puede decir que, ya no se hace porque el agua está permanente todos los días; y los baños se mantienen más aseados para el uso de los niños.»