«Alrededor del 60% ya dan la importancia a la alimentación»
Elizabeth Mejia Gómez es directora de la Institución Educativa número 558 de la Comunidad de Laimina, en el distrito de Acoria.
En la primera infancia es esencial una alimentación saludable y nutritiva que permita a los niños y niñas tener un desarrollo pleno. La carencia de ciertos nutrientes como el hierro puede provocar anemia infantil, problemas de crecimiento y repercusiones neuronales y cognitivas.
«La importancia de la alimentación de nuestros niños en el nivel inicial es sumamente elemental, primordial, para su desarrollo»
Elizabeth relata con entusiasmo los cambios vividos desde que se embarcó en el proyecto. «Un niño bien alimentado responde bien en la clase, crece físicamente y se desenvuelve muy bien con sus amigos porque es activo».
«En cambio, los niños que no están alimentados tienen dificultad en el aprendizaje y no son activos, se sienten cansados, sin ganas de trabajar. Por eso, la alimentación balanceada en el nivel inicial es muy importante. Qué mejor desde el vientre de la madre.»
Elizabeth recuerda cómo, al inicio del proyecto, muchos padres no enviaban loncheras saludables, ya sea por falta de tiempo o de conciencia alimentaria.
«Muchos padres aquí tienen animales como gallinas, cuyes, vacas que producen leche, pero prefieren vender esos productos en lugar de usarlos para la alimentación de sus hijos».
La institución tomó medidas concretas: «Pedimos como requisito el tamizaje de anemia al matricular a los niños, y llevamos un registro del peso y la talla de cada niño a lo largo del año», explica Elizabeth. Estas acciones permitieron identificar casos de anemia y monitorear el progreso de los niños, ajustando las estrategias pedagógicas para promover una alimentación saludable.
Una de las estrategias pedagógicas es utilizar la celebración de los días mundiales para aprender sobre nutrición, involucrando a los niños y niñas y a sus mamás.
«Por ejemplo, en el Día de la papa, del producto nativo de la papa, hacemos comidas saludables usando ese recurso. Igual, en el mes de junio hablamos del chuño. Cada familia prepara un plato típico y expone qué ingrediente se ha utilizado, si es un plato nutritivo o no… ¿Qué más le podría acompañar al chuño? ¿Qué otros productos más para que sea una receta nutritiva? Y de esa manera pues vamos enriqueciendo sus conocimientos»
"En el fitotoldo estamos sembrando variedad de verduras lo cual va a contribuir en la nutrición de nuestros niños"
La instalación del fitotoldo en la escuela ha sido para la directora uno de los mayores logros del proyecto.
El cuidado constante del fitotoldo, incluyendo el riego y la limpieza de los productos, ha permitido integrar estas verduras en las comidas escolares, enriqueciendo la dieta de los niños y niñas.
Además, las capacitaciones sobre nutrición dirigidas a madres, padres, docentes y estudiantes han sido fundamentales. «Las mamás son activas, ellas también se involucran en ese trabajo», comenta Elizabeth, resaltando cómo estas actividades fomentan una mayor conciencia sobre la importancia de una alimentación balanceada.
«De los padres de familia y las mamás, un porcentaje, alrededor del 60% ya dan la importancia a la alimentación».
Para Elizabeth, participar en el proyecto no solo ha sido beneficioso para la comunidad escolar, sino también a nivel personal y familiar.
«Las capacitaciones han hecho que yo también tenga conciencia de lo que es la alimentación balanceada y entonces yo también aplico lo que he aprendido con mi familia», confiesa. Esta conciencia se ha extendido más allá de su hogar, influyendo positivamente en su entorno cercano.
El compromiso de Elizabeth y de la comunidad educativa de Laimina es evidente. «Estamos todas las docentes muy empeñosas por mantener nuestro fitotoldo y con la expectativa de querer aprender más», declara. La participación en el proyecto ha motivado a la comunidad a continuar buscando mejoras y soluciones innovadoras para combatir la anemia infantil.
El proyecto en la Institución Educativa Número 558 no solo ha mejorado la nutrición de los niños, sino que también ha generado una conciencia colectiva sobre la importancia de una alimentación saludable.
«Brindando este espacio para el fitotoldo y participando en las capacitaciones, todos los papás están comprometidos porque es en beneficio de sus niños».